| Contra las adicciones: La importancia del grupo de padres en el "Dispositivo terapéutico" del CPA |
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"No es un grupo de orientación a padres o uno que hacemos eventualmente, es un grupo que se inicia casi con el comienzo del CPA, que ha tenido los lógicos recambios de integrantes, pero la parte fundamental es el sostén del tratamiento a las personas que vienen para ser asistidas", agregaron.
"A veces los recambios se producen con las altas de los chicos, pero hay muchos papás que, a pesar de que sus hijos se han ido de alta, siguen viniendo porque sienten que el grupo les sirve de sostén en la vida y a la vez ellos pueden devolver y dar un montón de cuestiones en esto que fueron aprendiendo junto con otros padres para estar con sus hijos", dijeron más adelante.
Vale recordar que el pasado 23 de septiembre se conmemoró el Día provincial de lucha contra las adicciones" y afortunadamente en nuestro medio existe una entidad como el CPA con profesionales capacitados para dar una mano ante este flagelo.
LA COORDINACIÓN Y TRABAJO SEMANAL
Las profesionales que integran el CPA ofician de coordinadoras de este grupo, se nos informó, "realizándose primero las admisiones, se recibe a los padres, se hacen entrevistas con los padres para lograr que la persona venga. Cuando viene el paciente, se siguen las entrevistas con los padres y luego ingresan al grupo".
Se dejó en claro que "hay que tener determiandas caraterísticas para ingresar al grupo, que trabaja en forma independiente de los tratados, con una frecuencia semanal, los días miércoles". Tas apuntarse que son las psicólogas las que coordinan el trabajo del grupo, se informó que "también es mucho lo que los padres llevan del intercambio de experiencia que realizan, obviamente con la guía profesional que intervienen en un montón de cuestiones que hacen a funcionamiento del grupo".
CHARLA CON LOS INTEGRANTES
Luego de esta breve introducción con las responsables y profesionales del CPA, tuvimos oportunidad de dialogar con varios integrantes del grupo; quienes contaron su experiencia y hablaron sobre la experiencia colectiva.
Obviamente no damos detalles sobre con quiénes conversamos, pero son por demás de valederas sus declaraciones para tomar dimesión de la importancia del apoyo familiar para un adicto.
TESTIMONIO 1
"Comencé hace tres años a participar del grupo", narró el primero de los entrevistados, "cuando un día mi hija me dijo que precisaba ayuda porque estaba consumiendo, y recurrí de inmediato al CPA pidiendo ayuda, tanto para mí como para mi hija ya que no sabía cómo manejar la situación.
"Me encontré con un grupo profesional que me contuvo, me ayudó, y después de un tiempo ingresé al grupo de padres, y estoy muy contento porque nos ayudamos, opinamos de nuestros casos", destacó, para afirmar que "hay que ser claro en señalar que nosotros también debimos cambiar para ayudar a nuestros hijos.
"Estoy muy feliz compartiendo este espacio, gracias a Dios mi hija está bien y hoy es mamá. Esto no sólo nos sirvió a los dos sino a toda la familia", dijo luego, destacando que "cuando nos piden ayuda es un golpe duro. En mi caso no le ponía mucha atención, creía que estaba todo bien y no era así.
"Cuando recibí la noticia quedé sorprendido", dijo y al preguntársele si ignoraba o miraba para otro lado dijo que "las dos cosas pueden ser porque yo hacía la mía y creía que dándole plata la hacía feliz y no era así. Ella tenía quince años al momento de pedirme ayuda", finalizó.
TESTIMONIO 2
El segundo de los padres dijo que "soy el más veterano del grupo de padres, y mi caso es parecido al narrado. Cuando pedí ayuda me encontré con grandes profesionales, luego ingresé al grupo de padres, me fui en su momento porque no quería ver".
Señaló que "lo principal es que no hablaba con mi hijo, y con los hijos hay que hablar para darte cuenta de muchas cosas. Yo no lo hacía y me golpeó fuerte, pero gracias a Dios luchando con el apoyo de los profesionales volví al CPA, pedí ayuda para mí, dejé mis adicciones al alcohol y al cigarrillo hace ocho años, las dos juntas".
Siempre digo que "nada es imposible, todo se puede, yo desde los 12 años fumé y tomé mucho, y dejé todo para poder ayudar a mi hijo al que gracias a Dios tengo muy bien.
"Quizá no tendría que estar acá, pero vengo porque sigo aprendiendo de los otros papás y creo que puedo ayudar desde mi experiencia", señaló, para explicar que "hay mucha adicción, está en cada esquina, y ahora que pasamos por esto lo vemos, antes no.
"No es que no se quiera ver el problema en el hijo, se ignora por no hablar. Hay veces que te habla, te pide ayuda, y vos no estás, falta diálogo. Yo recuperé a mi hijo, a mi familia, amigos, todo", sentenció, para pedir "a todo papá que hable con sus hijos, sea adicto a la droga o no, hay que hablar porque se puede evitar que llegue a ella.
"Tengo tres hijos, y uno me dijo que empezó a los 15 años con la droga, a mí me avisó a los 20, pero si yo hubiese hablado entonces como hablo en estos momentos con ellos no hubiese llegado a esto. Quizá fui culpable por no hablar, y en aquél momento no estaba en condiciones porque mis amigos eran de bares, del alcohol, y vi que para hablar con el hijo debía cambiar primero, y lo hice. Todo se puede y estoy bien, tengo un grupo familiar, y el CPA y el grupo de padres me ayudó mucho", finalizó explicando.
TESTIMONIO 3
El tercer papá dijo que "el problema es parecido. Tenemos un hijo que tenía problemas con la droga, la mamá fue quien se dio cuenta. Yo en un principio negaba, ignoraba muchas cosas, pero me acerqué al CPA también y hace más de cuatro que estoy. Vimos que estábamos haciendo muchas cosas mal por desinformación ya que nadie quiere nada malo para su hijo".
Dijo que el hijo "tenía las conductas propias de un adicto, problemas en la escuela, desobediencia con nosotros y en esto no es que no le puisésemos límites, estaban pero lo que uno no hace es sostenerlos", para señalar que con los profesionales y el trabajo grupal "uno aprende a ver esos errores y a manejarnos mejor".
Señaló que el intercambio "del grupo sirve lo mismo que el apoyo profesional, es un 50 y un 50 por ciento. La parte profesional nos da lo técnico, para cuando uno escucha a un par es como que comprende mejor las cosas porque el problema es parecido. Allí se reflexiona, uno se engancha con el problema del otro, nos da experiencia y al aplicar lo que se aprende los resultados son buenos.
"Con la mirada de otro se ve en lo que fallamos", dijo, para señalar que "se crea un vínculo que hace que te vayas pensando en lo tuyo y en lo que le pasa al otro también. Hay mucho respeto, lo que acá se habla acá queda, y si se comenta algo se habla del tema y no de la persona.
"Todo cambió para mejorar, se habla mejor, y hemos aprendido a que cuando se pone un límite hay que sostenerlo, mantenerse firme y que se cumpla. Eso a veces cuesta mucho pero hay que hacerlo porque si no le enseñamos nosotros a transgredir. Esto se aprende en el grupo y es muy bueno", destacó.
"Estoy muy conforme con todos, profesionales y padres, se trabaja más a corazón que de otra forma. A veces pareciera que el Estado no supiera de estas cosas, que mirara para otro lado, pero es un problema que tiene la sociedad. La droga no discrimina, afecta al rico o al pobre, la sufrimos todos, lo importante es luchar", finalizó.
TESTIMONIO 4
El cuarto y último testimonio fue con una mamá quien destacó su experiencia "como la de todos los papás que nos desesperamos cuando nos damos cuenta que un hijo está en problemas", para señalar que "no todos puede darse cuenta. Generalmente no los escuchamos", dijo, para admitir que "el problema está en casa, tiene que ver con uno, hay que abrir el ojo, escucharlos y ver qué les pasa.
"Ellos son personas que piensan, actúan, hablan y dicen de formas diferentes a la nuestra y por lo tanto se debe respetar", dijo, para apuntar que "es una generación diferente.
"Somos papás de tres hijos y con los dos más grandes hemos tenido otras dificultades, pero con el más chico fue otra cosa. Los más grandes pasan "facturas" por actitudes nuestras para con el más chico que no eran las mismas que con ellos, y se preguntan por qué permitíamos tal cosa si a ellos no se las permitíamos. No sé porqué uno va cambiando, en vez de aprender va desaprendiendo, suceden cosas de las que uno no se da cuenta y cuando se da cuenta está en el medio del problema", señaló. "Para mí es la etapa, el mundo en pocos años ha cambiado, han cambiado las costumbres, el adolescente adolesce más tarde. Los más grandes sufrieron más prohibiciones de parte nuestra dijo", para señalar que "con esto comencé a revisarme, a ver cosas, las que aplicaba y no debía. Lo improtante cuando hay problemas con un hijo es cambiar cosas, mirarse porque el 99% tiene que ver con uno. Los chicos están ligados a los papás, a sus actitudes, y a veces nuestras actitudes son tan complejas que no entienden, no saben para qué lado disparar, y eso es porque nosotros no hacemos algo coherentemente. Es así, no tengo dudas", finalizó.



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